miércoles, 10 de junio de 2009

Reportando desde Brasil (escrita unos días antes de la carrera)

Día 0: Miércoles 27 de Mayo - Previo al viaje

Salgo el Miércoles en la noche (el vuelo sale Jueves en la madrugada para ser exactos pero con las horas previas termino saliendo de mi casa Miércoles en la noche) después de un largo día de trabajo y coordinaciones.

Camino al aeropuerto recojo a Walter, reportero de Terra, medio que ha decidido cubrir la campaña y al grupo de peruanos en la competencia y pasamos de último minuto recogiendo un wetsuit prestado para el día de la carrera (el que tengo, también prestado, es de surf y no para nadar, además que con lo que he perdido de peso me queda cada vez más suelto con lo que cuando nado termino cargando agua como una bolsa, además que me da un poco de frío).

Día 1: Jueves 28 de Mayo – Llegada a Floripa

Aeropuerto, counter, impuesto, migraciones y todo el resto de trámites. Finalmente el vuelo de Lan y amanecemos en Sao Paulo. Alquilamos un auto y hacia Florianópolis directo. Son entre 8 y 10 horas de viaje en auto. La salida de Sao Paulo se hace interminable, por el tráfico, y ya después en la carretera el avance es muy fluido salvo un tramo pequeño donde la autopista de 2-3 carriles temporalmente se convierte en carretera de ida y vuelta. La ruta esta bien cargada básicamente por camiones y en el camino nos cruzamos con algunos otros autos que también van a Floripa y uno se puede dar cuenta por las bicicletas en los techos.

El camino se hace larguísimo pero llegamos finalmente en la noche. Posada Maria’s es el hostal donde nos quedamos casi todos los peruanos, en la playa de Canasvieiras. Altamente recomendable. Pizzas, pastas y a dormir.

Clima frío y lluvias ocasionales.

Día 2: Viernes 29 de Mayo – Entrenamientos y familia

Levantada temprano, desayuno y a armar la bicicleta (para el viaje uno la lleva desarmada). Hace frío pero aún así nos vamos a la Expo Ironman (feria donde venden todo tipo de souvenirs de la carrera así como artículos especializados para deportistas, además de ser el lugar donde uno confirma su inscripción y recibe todo el kit inicial) con los wetsuits en la mano para entrar al mar donde se realizará la competencia el domingo, playa de Jureré, para “conocer” el mar y entrenar un poco.

El mar parece una taza de tranquilo. Temperatura ideal a pesar que no hay nada de sol. Entramos unos 6 peruanos al agua. La idea es nadar unos 1,500 metros pero yo, para variar, me desoriento y pierdo el rumbo, ayudado por una ligera corriente. Como me quedé sólo, me aburrí al rato (en realidad también me cansé un poco y me dio miedo quemar fuerzas que con seguridad iba a necesitar el día de la competencia) y me regresé. Mi entrenamiento duró unos 25 minutos, alrededor de unos 900mt. Lo bueno es que el nuevo wetsuit prestado, a pesar que se siente bien apretado, funciona bastante bien así que decido que sea este el que usaré el día de la competencia.

Recepción de kits de la carrera y reglamento. Esto incluye: el chip que debe ir en el tobillo durante toda la competencia, la pulsera de identificación del atleta y una serie de bolsas de colores que uno debe entregar a la organización previo al inicio de la carrera. Cada bolsa, y cada color, identifica una etapa de la competencia y lo que no está ahí, ya no se puede usar. Mi número: 1125.

Almorzamos frente al mar en una playa cercana llamada Ingleses y de vuelta al hotel. En la tarde unos 40 minutos de bicicleta por las playas para probar si todo estaba ok además de usarla de sesión de fotos y entrenamiento con los amigos.

En la noche cena de pastas de todos los atletas y llegó mi familia (ellos hicieron la misma travesía en auto desde Sao Paulo): Rebe, mi mamá, mi hermana y su enamorado, mi suegra y mis tíos Pilar y Manuel Ricardo. Barra asegurada para el día de la carrera.


La comida estaba rica, un show de samba simpático y harto ambiente de competencia. Los peruanos fuimos todos con un polo de Ironman Perú donado por Johann (otro atleta) y a un argentino le gustó así que hicimos el clásico “intercambio de camisetas”. Es parte de la camaradería que se vive y que demuestra que este deporte, antes de ser una competencia para llegar antes que otro, es una competencia con uno mismo.

Posada ya dormir, el Sábado íbamos a salir todos los peruanos muy temprano a pedalear.

Día 3: Sábado 30 de Mayo – Check-in

A sólo un día la carrera amanece lloviendo y con frío al punto que desisto de salir a montar bicicleta con los demás. Nos quedamos unos cuantos. Al regreso del grupo otros cuantos salimos a correr unos 45 minutos y así activar las piernas. Más tarde aproveché para llevar a la familia a la expo y que la conozcan además de ver “in situ” la meta que al día siguiente voy a cruzar.

Luego vino el armado de las bolsas para la competencia. Hice mi lista de lo que debía ir en cada una y la logística se hizo mucho más fácil. Bolsa blanca para las cosas con las que vas el día de la carrera (una especia de mochila para guardar el short y polo con el que uno va el día de la competencia; bolsa negra, que se entrega vacía, sirve para poner en ella todo lo que se usa durante la natación (wetsuit, lentes y gorro); bolsa azul para la bicicleta (casco, guantes, ropa, zapatillas, pulsómetro, lentes, repuestos y comida); bolsa amarilla para la corrida (zapatillas, ropa y podómetro básicamente); y finalmente bolsas verde y roja para “special needs” que son una bolsas especiales para la mitad del ciclismo y la corrida (km 90 y 21 respectivamente) que uno llena con lo que cree que puede necesitar en ese momento, no hay obligación de recogerlas y sólo son un seguro por si acaso. Típicamente uno pone más comida, repuestos y ropa de abrigo por ejemplo y es lo que yo hice.

Esta logística es toda una ceremonia pero es sumamente importante pues lo que no esta ahí ya no se podrá usar. Parte de la tranquilidad al inicio de la competencia está en tener la certeza que las bolsas contienen absolutamente todo lo que se requiere. Es importante el apoyo de los más experimentados para que no se pase nada así que gracias Eduardo por la ayuda!

En la tarde bike check-in y entrega de bolsas. Sigue lloviendo así que no pinta muy bien para el domingo. Incluso se cubren las bicicletas con bolsas para evitar que la lluvia las moje, del todo al menos.

En la noche, luego de algunas coordinaciones para la levantada del día siguiente, a dormir temprano.

Del domingo ya les contaré en la crónica de la carrera que es el siguiente post.

Nuestra meta: su futuro

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